La larga sombra leviatánica, del parkinsoniano y carnívoro magnate multicapitalista Mister Polanco y, su bien adiestrada cuadrilla zaborrera, de malocados e sorveteiras plumillas yacijeras, al servicio de Ciudadano Kane
A veces, con cierto desdén excéntrico, me pregunto a mí mismo: ¿ es todavía posible salvar de la quema polanquista al servicial y apoltronado escritor gallego Manolinho Rivas, de las pérfidas garras parkinsonianas del omnipresente magnate mediático Mister Polanco?
Manolinho, es un cristalino ejemplar de la corrupción intelectual en la Espanha del régimen juarcarlista.
El calimbado rapaz, en vez de acosar al Poder carnívoro, con verdadero ardor literario, su sedosa pluma, pasa poéticamente por encima del mundanal ruido, con simulacros de artículos muy correctos, "políticamente", para no molestar demasiado.
Cada cierto tiempo, bien calculado por Prisa y Anagrama, lo sacan a pasear, por ferias literarias, cortes palaciegas y premios amañados de antemano. El desprecio que sienten sus superiores jerárquicos por el indudable talento literario de Manolinho Rivas, debería ser para el mozo, pura catarsis reactiva contra su jefe el Ciudadano Kane.
Cuando le ordenan escribir sobre reyertas civiles, lo hace sin rechistar; cuando toca hilvanar fino sobre redacciones de periódicos atiborradas de maricas y marujonas lésbícas, lo mismo. Manolinho Rivas, es siempre servicial, modosinho con sus superiores, muy buen rapaz de los recados...
¡Qué pena de Manolinho, para la rebelde y fresca narrativa gallega independiente de modas literarias, imposturas afeminadas y adoctrinamientos sectarios!
El rapaz tiene talento literario y, a ratos libres, deja entrever cierta nobleza ética e idealista, pero trabajar para el Imperio del carnívoro Ciudadano Kane, exige riegos y aceptar incruentas reglas impositivas...
¡Qué lástima de buen escritor con futuro esmagado por el rodillo del Poder!
¡Qué pena de escritor perdido para la literatura sin impostura mediática alguna!
¡Pobre xoínho! ¡Pobre Manolinho Rivas, aplastado por la bota leviatánica de Mister Polanco!
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