O Grove: capital de la anticultura y la infamia contra Udonge
Por larga tradición secular, el villorrio marinero de O Grove, jamás gozó de buena salud intelectual.
La cultura en O Grove, a diferencia de Cambados, siempre estuvo bajo mínimos históricos. Las sucesivas corporaciones municipales, que ocuparon y ocupan la poltrona durante décadas, más allá de "merendiñas e cuchipandas", no mostraron demasiada sensibilidad e interés alguno por la salud intelectual de sus vecinos.
El legendario Bea Gondar, hizo todo lo posible por borrarla del mapa y, casi lo logró, pues sus despropositos los estamos todavía pagando todos nosotros, años y años después.
Los demás alcaldes grovios, excepto durante la época ilustrada de José María Mourelos y el escritor Manuel Lueiro Rey, son todos ellos vergonzantes ejemplos de cómo no se debe gobernar un municipio con tantos y tantos recursos naturales y materiales.
Más allá de la frontera meca, con la belicosa, asilvestrada y agraz Noalla, la imagen mediática que transmite O Grove, es deplorable, a pesar de su gran belleza paisajística y su potencial gastronómico.
Legislatura tras legislatura, la apatía y la anticultura, como cierta manera de entender y ejercer el poder, sentaron unas muy sólidas bases demagógicas, para instalarse y perpetuarse de manera clónica, en el adiestrado manejo del desprecio secular hacia la palabra escrita y la realidad cultural de los grovios.
Sucesivas poltronas municipales, malgastaron cantidades enormes de dinero pública en levantar gigantescos monumentos a la estulticia en la plaza de O Corgo.
Si Alfredo Bea Gondar, en su momento histórico arrasó medio Grove con su caterva de de mediocres ediles bien untados, sobre la dulce y espesa sopa de marear, los siguientes alcaldes, excepto Mourelos y Lueiro, le remataron la faena al insaciable y zafio caimán porquerizo.
Cuando uno, en los medios de información internacional defiende con ardor O Grove, en su propio villorrio, por parte de la última camada municipal, recién aterrizada sobre la melada alcaldía grovia, de todos ellos en conjunto, a pesar de haber escrito en el pasado memorables y peligrosos artículos en El Faro de Vigo, contra la infame sombra leviátánica de Bea Gondar, el brigadeiro y solitario Udonge, tan sólo cosecha ingratitud, canalladas varias, insultos mediáticos...
Como ciudadano grovio, echo de menos la espléndida época de José María Mourelos y Lueiro Rey..., al frente de tan ingobernable y corrupto municipio...
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