Un ángel abrió las ventanas del cielo
Y pudo contemplar los hijos de la tierra.
Pero miró también la extensa naturaleza,
Contaminada por el egoísmo y orgullo
De las personas insensibles del universo.

Ese ángel descubrió que las plantas, y
Los bosques y los animales estaban enfermos,
Entonces llamó otros ángeles y juntos y tristes
Lloraran.… Sus lágrimas, puras y cristalinas,
Desplomaron sobre el seno del planeta...

Hubo en todos lugares una gran transformación.
La agua secó y la tierra se quedó estéril…
No había como comer y beber… Hubo hambre
Y sed. No obstante no hubo muertos. Hubo lección.
Era necesario que las criaturas aprendiesen amar!

El día se convirtió en noche. El sol estaba de vacaciones.
La luna viajó para otros orbes y los novios vieron oscuridad.
Las estrellas se quedaran boca arriba y tuvieron sueño.
Ahora el mundo entero tuvo conciencia que Dios existe
Y los hombres tienen que acabar con las guerras y vivir la paz.

Después de un cierto tiempo los ángeles abrieron del cielo,
Las puertas. No había más lágrimas, pero sólo sonrisas.
El sol y la luna estaban de vuelta e las estrellas pestañearon.
Todo estaba renovado. Los animales corrían felices y en la
Naturaleza el verde se destacaba y la agua era corriente.


DE Ivan de Oliveira Melo
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